La actitud más común ante el cambio climático actual es de alarma y pánico. Para muchos, la presencia de escenarios apocalípticos en películas y noticieros es una especie de ritual cotidiano. No sé si masoquismo, simplemente, o una manera visual de afianzar mentalidades religiosas, o ambas cosas.
Por otro lado hay muchísimos estudios y perspectivas, algunas, incluso, alentadoras, acerca de cómo enfrentar el calentamiento global de manera "adaptativa" para que no se convierta verdaderamente en una amenaza para la humanidad. La Tierra ha vivido durante su historia grandes cambios climáticos una y otra vez, sucesiones de tiempos más cálidos y eras glaciales; y ha vivido cambios catastróficos como -entre los más notorios- la extinción masiva de los dinosaurios.
Los debates son acalorados entre quienes creen en el calentamiento global y lo consideran producto de la actividad industrial humana, y quienes, por el contrario, son escépticos al respecto de las consecuencias supuestamente nefastas que según aquellos nos esperan a la vuelta de pocos años.
Hay países enteros, así como grandes corporaciones, detrás de cada argumento; hay científicos subvencionados por esos países y corporaciones; y no es pues de extrañar que existan hoy día evidencias científicas en apoyo de uno y otro bando. Una gran cantidad de expertos, por ejemplo, arguye más bien que dentro de poco empezará un nuevo período glacial y que las pesadillas anticipadas por el calentamiento global no llegarán a hacerse realidad. (En Wikipedia hay una lista de los científicos -y sus principales argumentos- opuestos a las valoraciones más comunes sobre el calentamiento global.)
En fin... lo más problable es que este siglo no será el fin del mundo; lo cual no implica que haya que hacerse la vista gorda ante los problemas causados por el uso humano de los combustibles fósiles. La opción más sensata parece ser, por un lado, aceptar la irreversibilidad de algunos problemas actuales y, por otro lado, usar la mejor ciencia y tecnología para diseñar e implementar estrategias de adaptación que nos permitan seguir floreciendo en este planeta. Más o menos, esta es la perspectiva, honrada y no alarmista, de Spencer Reiss, de quien acabo de leer en Wired un muy breve texto que, no por breve, deja de ser preciso y sugerente: "Rising Tide. Face it: Climate change is inevitable. Luckily, we know how to adapt." Lo recomiendo.
Cito dos pasajes significativos del artículo:
"According to the National Oceanic and Atmospheric Administration, C02 that’s already in the air or in the pipeline will stoke “irreversible” warming for the next 1,000 years. Any scheme cobbled together in Copenhagen for slowing—forget reversing—the growth of greenhouse gases will be way too little, way too late. In the apt jargon of industry, a hotter planet is already “baked in.” James Lovelock, the British chemist who redubbed Mother Earth as “Gaia,” tells the ungilded truth: Can we hit a carbon Undo button? “Not a hope in hell.”(...)
Now here’s some good news: We can still come out OK. Because by one of those strokes of luck that seem to follow the most charmed species on earth, climate change arrives just at the moment when we have—or have in sight—an array of tools for adapting and extending human civilization to any and every environment."
"Coastal communities, for example, will survive not because the world will somehow unite to stop sea levels from rising (it won’t). They’ll survive because they’ll learn to adapt—much as the Dutch have done since the Middle Ages.
Ditto the other supposed horsemen of the climate apocalypse. Drought? Check out Perth, on the edge of the Great Australian Desert, where more than a million people keep hydrated with seawater that’s been desalinated by wind power. Famine? Talk to the biotech wizards designing postindustrial crops for every microclimate (and, yes, palate). Plague? Getting real health care to the several billion people who lack it will be much better insurance against illness than wishful thinking about a Goldilocks climate. None of these are complete solutions—it’s the sum of all progress that will get us through."
El texto completo de Reiss en Wired.
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2 comentarios:
El cambio climático es natural, el problema de nuestra sociedad es que lo está acelerando, ya sabes, emisión de gases contaminantes a la atmósfera, calentamiento, deshielo de los polos,... El problema es que hasta que no se acabe el dichoso petróleo, no sacarán medidas alternativas (que probablemente existan ya) que puedan ser más acorde con el medio ambiente. Aunque, sinceramente, cuando llegue el día en que deje de existir el oro negro, supongo que será tarde.
Hola Patrusk, gracias por el comentario. En efecto, otras formas de energía no dependientes de los combustibles fósiles ya existen, la principal es la solar, evidentemente... Leía hace poco en Nat Geo que con la luz solar que recibe el planeta se podría generar hasta 6000 veces (o algo así, no tengo ahora a mano la revista)la energía que consume hoy en día el mundo entero. Imaginate!
Pero también es cierto que hasta que no se acabe el bendito petro la transformación de la economía y las tecnologías a las energías alternativas es difícil. Incluso hay quienes defienden, en EE.UU. al menos, que es bueno que suba el precio del petróleo, pues eso incentiva el desarrollo y la comercialización de las energías alternativas; en otras palabras, cuando el petróleo sea tan caro o más como la energía solar o eólica, pues estas pasaran a ser primera prioridad.
España, como sabes, es uno de los países con gran inversión en energía solar y eólica. Hace poco estuve por allí y me impresionaron los campos repletos de molinos de viento, principalmente en Galicia, y las grandes extensiones de paneles solares en Andalucía. Ese es el camino. En fin, veremos qué pasa, por supuesto se trata de ayudar cada uno en lo que pueda, también, cambiando sus hábitos. Gracias por la visita!
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