En la continuación del caso Big Bro' Amazon, Jeff Bezos, su fundador y jefe, se disculpó formalmente en un foro de usuarios de Amazon por haber intervenido los lectores Kindle sin permiso de sus dueños, diciendo, en resumen, esto:
"Pido disculpas por la manera en que manejamos el caso de las copias vendidas ilegalmente de 1984 y otras novelas. Nuestra "solución" al problema fue estúpida, irreflexiva y desagradablemente infiel a nuestros principios. Merecemos las críticas que hemos recibido."
La disculpa coincide con una ligera disminución de ventas en el segundo trimestre de este año; además, el precio de sus acciones acaba de caer en 8%.
Por otro lado, sigo sin entender bien el atractivo que tiene el dispositivo Kindle, cuando, en realidad, uno no compra los libros sino su licencia para poder leerlos. Además, el precio de un libro para Kindle no es mucho más bajo que el precio del mismo libro en la verisón en papel, con la diferencia de que este sí queda en la biblioteca personal y uno lo puede cambiar, prestar, revender, hojear y ojear, etc. Está muy bien el ahorro de papel y la comodidad de poder andar cientos de volúmenes en un pequeño dispositivo, pero un libro es un objeto muy distinto del software protegido por licencias. Deberían haber tomado nota del fracaso y los líos y las decepciones con las disqueras y sus benditas y excesivas protecciones a la música... Uno no usa ni un libro ni una canción como usa un procesador de textos o el código diseñado a la medida de una empresa...
En fin, que esperaré a próximas versiones del Kindle o de otros sistemas de venta y distribución de e-books para emocionarme ante una supuesta "revolución de la lectura". (Por ejemplo cuando los libritos-e sean efectivamente mucho más baratos y, ojalá, sigan oliendo a libro nuevo).
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24 jul 2009
Big Amazon (bis): la disculpa
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