...aparentemente, la consciencia es una actividad secundaria en el cerebro, es decir, una actividad diferida, o bien, la interpretación de una actividad –suponemos– originaria…
…pero es imposible tener acceso a esa actividad –supuestamente– originaria. Esa imposibilidad es el límite de la consciencia; y, quizá, de no ser así, no habría del todo consciencia…
…solo conocemos interpretaciones diferidas, lo cual, claro, es casi un pleonasmo, dado que toda interpretación exige, de todos modos, algún tiempo ya transcurrido…
…la consciencia más parece una actividad de lectura, algo en todo caso textual. Pero es una lectura que constantemente (se) reescribe, sin origen ni final...
...nuestra experiencia es eso: la interpretación de huellas dejadas por un presente que, en rigor, nunca ha sido presente. O, dicho en las palabras “originales” (que alguien tradujo de su original francés y yo cito de memoria): la huella es la estructura general de toda experiencia posible (J. Derrida)…
…que si la consciencia es resultado de una interpretación –por ejemplo, la constante (re)interpretación de los estados fisiológicos del cuerpo, que, por lo demás, nunca son estáticos sino dinámicos–, entonces solo somos esa interpretación y nunca su –supuesta– fuente…
…si somos un texto, no tenemos texto original…
…ser (consciente) es ser diferido… uno mismo es siempre una copia de un original fantasma...
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27 nov 2007
apuntes de consciencia
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