Uno tiende a pensar que si algo aparece en Internet, es probable que siga allí por los siglos de los siglos, los robots rastreadores de google son implacables. Acabo de leer en El País una noticia interesante, parece que ya el pasado de uno no tiene que ser una condena pública: un profesor, multado por orinar en la calle, creyó que estaba condenado a que sus alumnos se enteraran inevitablemente de su "falta", cada vez que buscaban su nombre en la web. Ahora ha conseguido exigirle a google que retire el lamentable evento de sus índices y de sus búsquedas.
La noticia entera aquí.
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22 ene 2008
google y las orinadas a media calle
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6 comentarios:
Bueno, supongo que está bien mantener ese pedacito de privacidad... ahora, con la noticia igual lo identifican...
Te busqué. Te recomendaría que pidieras que quitaran esa comprometedora foto que está en Internet!!! :-)
Un abrazo a la distancia, feliz año nuevo para vos también.
Yo le tengo miedo al Google.
Sabe hasta qué número calzo.
Así son las cosas, Denise, de paradójicas...
Ay Ale, me pescaste, yo que he tratado que nadie vea esa fotilla...
Indigente, habría que tenerle miedo a G y también a quienes lo censuran, como el gobierno chino, por ejemplo, que tiene su propio google "politically correct"... en fin, que no está uno satisfecho nunca, coño.
yo que paso orinando frente a la jefatura de policia aca en belen.
fijate literófilo que hoy oí en las noticias que la policía va a poner cámaras de video por todo Belén, así que ojo, al rato y salís de veras en G.
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